5 cosas que no sabías sobre las enanas blancas

septiembre 09, 2014 | | | | | | |
Al final de sus vidas, las estrellas pequeñas –menores de 8 masas solares– terminan por convertirse en enanas blancas. Es un proceso natural que le sucede prácticamente a todas las estrellas que conocemos, incluyendo nuestro Sol. He aquí 5 cosas que no sabías acerca de las enanas blancas, las estrellas más antiguas del universo.
5. Las enanas blancas son muy densas 
Una de las características más asombrosas de las enanas blancas es que son excesivamente densas. Para hallar una analogía, digamos que una cucharada de la materia de estas estrellas pesa tanto como puede pesar un elefante sobre nuestro planeta, esto es, más de 5 toneladas. Aunque su radio es menor que el del Sol, estos cuerpos espaciales tienen la misma densidad solar.

4. Han quemado todo su combustible nuclear
Como ocurre con el Sol, en el núcleo de muchas estrellas se produce una fusión del hidrógeno en el helio. Las enanas blancas ya han quemado todo su combustible nuclear. Cuando esto sucede, la gravedad hace que la estrella colapse sobre sí misma.

3. Las estrellas pequeñas no se convierten en gigantes rojas
Cuando las estrellas se condensan y se compactan, las temperaturas se incrementan, se quema el hidrógeno y las capas exteriores de sus núcleos se expanden hacia afuera. Se forman entonces las gigantes rojas; cuyo calor les permite convertir el helio en elementos pesados como el carbono. Sin embargo, la mayoría de las estrellas no son tan masivas como para generar presión y temperaturas tan elevadas como para fusionar elementos pesados. Por tanto, el proceso termina por detenerse y se enfría la estrella.

2. Enanas blancas y nébula planetaria
Durante el proceso de enfriamiento de las estrellas, se desprende un material gaseoso llamado nebulosa planetaria. Dentro de esta estructura, persiste aún el núcleo estelar –de una alta densidad debido a la gravedad–, que sería entonces lo que conocemos como enana blanca.

1. Las enanas blancas se convierten en enanas negras
Eventualmente, las enanas blancas continúan enfriándose, pasando por diversos colores hasta convertirse –hipotéticamente– en enanas negras, aquellas que no emiten energía alguna. Aún no se conoce ninguna enana negra porque las estrellas más viejas de las que se tiene conocimiento, tienen una edad de entre 10 y 20 mil millones de años.

Mediante el estudio de las enanas blancas, los científicos han logrado conocer mucho más sobre la evolución del universo. Estas 5 cosas que no sabías sobre tan complejos cuerpos estelares son prueba de ello.
Curiosidades.batanga.com
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