1. Bebida deportiva sin necesidad
A menos que hayas hecho ejercicio intenso, de por lo menos una hora, el cuerpo no ha perdido electrolitos suficientes como para tener que recuperarse bebiendo una bebida deportiva. La mejor bebida para recuperarse después del ejercicio es el agua.
2. No recuperarse
Imagina que tu cuerpo funciona como una máquina: luego de trabajar duro, necesita combustible para volver a funcionar. Para ello debes consumir mucha agua y alimentarte con alimentos ricos en proteínas e hidratos de carbono, entre 15 minutos y 2 horas después del ejercicio. Esto es fundamental para activar la regeneración muscular.
3. Excederse en las comidas
Que hayas quemado muchas calorías haciendo ejercicio no es justificación para lanzarte a un plato de comida chatarra a la hora de la cena. Si bien es normal tomar una comida deliciosa como premio del esfuerzo realizado, en realidad es todo lo contrario, pues tira por la borda todo el ejercicio que habías hecho, en cuestión de minutos. Aliméntate sanamente para acompasar el esfuerzo de la actividad física y, obviamente, para ver los resultados.
4. El snack indebido de la noche
¡No arruines tu entrenamiento a minutos de terminar el día! A todos generalmente nos da un poco de hambre a la noche antes de irnos a dormir, hambre que erróneamente saciamos con dulces, snacks salados y otros alimentos pocos saludables. Si tienes un “antojo” de comida antes de irte a dormir, consume bocadillos o snacks saludables como, por ejemplo, una manzana.
5. No dormir lo suficiente
Luego de haberte alimentado correctamente, procura tener un buen descanso a la noche. Durmiendo bien, es decir, entre siete y ocho horas, recuperas la energía que has gastado en el ejercicio y, al mismo tiempo, tu cuerpo produce altos niveles de la hormona del crecimiento, la cual es clave para el crecimiento y reparación de los músculos.
Ahora que sabes que NO hacer luego de la actividad física, ejercítate con responsabilidad para sacarle el máximo beneficio.
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