Cuando se decidió construir una nueva autopista en China a través de Wenling, al sureste de la provincia de Zhejiang, se mudaron todos los habitantes del pueblo. Todos menos la pareja Baogen, que no estaba satisfecha con la compensación económica.
Según The Huffington Post, la pareja consideró que el dinero que les ofrecieron no es suficiente para hallar un nuevo hogar.
Por lo tanto, su morada permaneció en medio de la ruta y los automovilistas que la transitan -conduce a la estación de tren- tienen un escollo que esquivar.
La pareja de ancianos asegura que fueron víctimas de hostigamientos por parte de grupos para que "recapacitaran", pero no dieron el brazo a torcer. Las negociaciones continúan. Y ellos, por ahora, resisten.