Una investigación realizada por científicos suecos halló que existe un riesgo adicional de que las personas que sufren esta condición tiendan al suicidio durante el año que dura el tratamiento con Isotretinoina, un fármaco empleado comúnmente para tratar el acné severo o quístico, y después.
No obstante, los autores del estudio subrayan que es más probable que ese riesgo adicional se deba al mismo acné antes que al tratamiento de la enfermedad con el citado fármaco.
La Isotretinoina (comercializada generalmente como Racután, Acután, Claravis, Amnesteem o Clarus) se lleva empleando desde 1980 para tratar a pacientes con acné severo.
Ese tratamiento puede ser efectivo aunque se han establecido vínculos entre la Isotretinoina, la depresión y el comportamiento suicida.
Partiendo de la hipótesis de que los enfermos de acné tienen más probabilidades de suicidarse, el doctor Anders Sundstrom y un grupo de colegas del Karolinska Institute de Suecia investigaron los intentos de suicidio registrados antes, durante y después de que se aplicara ese tratamiento a algunos pacientes para curar el acné severo.
Para ello, valoraron datos de individuos a los que se había prescrito Isotretinoina entre 1980 y 1989 y relacionaron esas informaciones con las altas hospitalarias y las causas de fallecimiento registradas entre 1980 y 2001.
En ese estudio, los expertos revisaron los datos de 5.756 personas, de las que 3.613 (el 63 por ciento) eran varones.
La media de edad de los varones en el momento en que se sometieron al tratamiento era de 22 años y, en el caso de las mujeres, 27.
Los resultados revelaron que 128 pacientes fueron ingresados en el hospital tras un intento de suicidio.
El equipo de expertos encontró, también, que el número de amagos de suicidio aumentó durante los tres años anteriores al comienzo del tratamiento con Isotretinoina.
No obstante, el mayor riesgo de cometer suicidio se dio, según los autores, durante los seis meses posteriores al término del tratamiento.
Sundstrom y sus colegas especularon que ello podía deberse a que los individuos cuyo acné y apariencia física mejoraron tras medicarse con Isotretinoina sentían angustia si no hallaban una mejora paralela en su vida social.
Los expertos señalaron que es imposible tener la certeza de que el aumento en el riesgo de cometer suicidio "sea debido al curso natural del acné severo, o a efectos negativos del tratamiento".
Los autores también señalaron que los intentos de suicidio son poco comunes y concluyeron que habría que "supervisar de cerca el estatus psiquiátrico de todos los pacientes no sólo durante el tratamiento sino también durante al menos un año después".
Vía: Panorama Diario