En una edición limitada de sólo dos unidades, el artista ha personalizado el dispositivo a base de oro y diamantes. Así, cada uno de los terminales tiene engarzados 500 diamantes que entre todos suman más de 100 quilates.
Un multimillonario australiano parece ser el nuevo dueño de estos dos exclusivos productos tras haber pagado por ellos más de cinco millones y medio de euros.
Los codiciados smarthphones vienen junto a una caja de granito imperial rosa que pesa unos siete kilos.
Vía: LomasCurioso.Net