Ciudad del Vaticano.- La administración del Vaticano decidió cancelar la entrega a sus casi cuatro mil empleados de un bono económico por la elección de un nuevo Papa, tras la llegada de Francisco como líder máximo de la Iglesia católica.
A diferencia de la sucesión papal entre Juan Pablo II y Benedicto XVI, en esta ocasión los trabajadores no percibieron ni la compensación por la muerte del obispo de Roma, ya que Joseph Ratzinger aún vive, ni tampoco el bono por la elección de Jorge Mario Bergoglio.
Los trabajadores recuerdan que en abril de 2005 recibieron mil 500 euros (unos mil 900 dólares) de gratificación: mil por la muerte de Karol Wojtyla y 500 por la elección de su sucesor.
Pero en este 2013 las cosas cambiaron, debido a que Benedicto XVI renunció a su puesto, y por el estilo austero del primer Papa latinoamericano.
Situación muy distinta a la vivida en 1978 el año de la muerte de dos Papas y la elección de igual número.
Los tiempos ya no son los mismos para El Vaticano que en 2012 puso en marcha un agresivo plan de ahorro interno otorgando nuevos poderes de planeación del presupuesto a la Prefectura para los Asuntos Económicos de la sede de la Iglesia católica.
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