Pese a los rituales y el protocolo, un falso obispo se coló entre los cardenales convocados en la Santa Sede y que se preparan para el cónclave que designará un nuevo Papa.
El Vaticano se vio conmocionado por la presencia de un obispo muy particular. Con un improvisado disfraz, compuesto de un crucifijo estrafalario colgando de su cuello y una bufanda violeta (en lugar de una faja) anudada en su cintura, Ralph Napierski, logró camuflarse entres sus pares.
Si bien no llegó muy lejos, logró tomarse fotos con los demás presentes. Por ejemplo, en la imagen se lo ve a Napierski, a la izquierda, posando con el cardenal Sergio Sebiastiana. Su ridículo atuendo hizo reír a los convocados y, finalmente, fue puesto en evidencia.
Según informó La Stampa, el timador llegó hasta la plaza frente al Aula Paolo VI, en la que se realiza la junta, donde se presentó como obispo, pero fue expulsado entre las miradas sorprendidas de los allí reunidos.
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