En su destructivo trayecto, que duró apenas 18 minutos, el tornado derribó numerosos árboles, destrozó un granero y desintegró por completo a varias granjas de esa zona rural de Estados Unidos. Finalmente, atravesó las vías del ferrocarril justamente cuando circulaba un pesado tren de carga que se vio impedido de frenar a tiempo. Las ráfagas del tornado causaron el descarrilamiento de doce vagones, uno de ellos con materiales tóxicos, lo que obligó a la evacuación inmediata de la vecina localidad de Lawrence.
En esta fotografía tomada luego del incidente, observamos algunos de los restos dejados por el tornado tras su paso, y las vías del tren con los vagones descarrilados en el sector superior de la imagen. Sin dudas, se trata de otro ejemplo más de las tremendas fuerzas de la Naturaleza en acción, capaces de derrotar incluso a las más poderosas creaciones del Hombre, en este nuevo combate entre colosos.
Fuente: nuestroclima.com