Christine Duran, Christina Huerta e Isabel Robles solo querían disfrutar de su cena, pero al pedir la cuenta se quedaron sin habla; la culpa no era del precio, sino del nombre que utilizó el mesero en el recibo para identificarlas: “Chicas gordas” (Fat girls).
Esto ocurrió en el Chilly D’s Sports Lounge, un restaurante especializado en hamburguesas en California que ahora se encuentra en el ojo del huracán de la opinión pública por un evidente caso de discriminación.
Las protagonistas no podían creer lo que tenían ante sus ojos: “Pedí la cuenta y me pregunté, ¿por qué el recibo dice ‘chicas gordas’?”, contaba Duran a los medios locales. “Al principio mis amigas no me creían; yo les dije: ‘¡No, lo digo en serio. Mira!’”, describe.
El coraje se apoderó de las tres jóvenes que, evidentemente, pidieron explicaciones. Al parecer, el mesero, identificado como Jeff escribió esta expresión en el sistema electrónico, que acabó plasmado en el recibo.
Las cosas, no obstante, fueron peor: “la cara del jefe denotaba que le parecía gracioso, pero a la vez trataba de no reírse”, cuenta Durán, explicando cómo este les ofreció, para intentar calmar los ánimos, un descuento del 25%, que luego elevó hasta el 50%”, pero las afectadas se negaron en rotundo.
El revuelo generado, obligó al restaurante a postear en su página de Facebook una disculpa pública en la que se arrepiente totalmente del incidente y aseguran que despidieron al empleado.
“Lo que le ocurrió a estas jóvenes en nuestro bar fue inaceptable; comprendemos completamente por qué se han sentido heridas por lo que fue escrito y este tipo de trato es intolerable”, afirman en su muro, que se ha convertido en un polvorín de críticas contra el negocio y muchos usuarios prometen no pisar jamás el local para gastarse ni un céntimo.
Panorama Diario
