Caracas, 25 de octubre de 2012.- El amor es un estado que puede llevar completamente a la locura y eso es algo que queda más que claro cuando uno escucha la historia de esta desdichada mujer que no puede superar la muerte de su marido.
Casey, a sus 26 años, tiene que lidiar con el fallecimiento de su esposo y con la profunda sensación de extrañarlo. Tal es el punto de su desesperación que comenzó a comerse las cenizas del hombre que murió luego de sufrir un ataque de asma.
La mujer reveló como comenzó su insólita obsesión, asegurando que en un principio llevaba la urna que contienen los restos a todo lugar donde iba así sea un restaurante, un shopping, al cine o al lugar que fuese, hasta que en un momento dado se le cayó un poco de las cenizas en la mano y “Yo no quería perderlas porque eran de mi esposo. Así que sólo me lamí el dedo”.
Desde entonces no puede controlarse y sigue consumiéndolas. Casey afirma que desde entonces ha aumentado 5 kilos y que los restos tienen sabor a “huevos podridos, arena y papel de lija”.