Según estudios, muchos de los objetos tecnológicos que usamos (teléfonos, computadoras, cámaras, etc) podrán en el futuro reparase solos, gracias al uso de materiales autoreparables, que ya se venden en varias partes del mundo.
La idea de desarrollar este tipo de tecnología se originó en la década de los años 60, pero fue una investigación en el 2001, cuando Scott White de la Universidad de Illinois en Urbana- Champaign, Estados Unidos, destapó el interés del tema.
White puso a prueba un polímero parecido al plástico con cápsulas microscópicas que contenía un agente líquido sanador; una parte del material provocaban que las cápsulas se rompieran, liberando el agente.
Esta sustancia entraba en contacto con un catalizador presente en el material, lo que daba como reacción que se volvieran a unir las dos paredes de la grieta. El polímero recuperó cerca del 75% de su dureza original.
Primeros usos: gas y petróleo
El equipo de Illinois ya está comercializando su trabajo a través de la empresa Autonomic Materials, que ha reunido ya US$4 millones en inversiones.
Su jefe ejecutivo, Joe Giulani, explicó a la BBC que las primeras aplicaciones de los sistemas de microcápsulas aparecerán en coberturas, pinturas y adhesivos para entornos donde la corrosión supone un problema, ya que según apuntó, “en el mundo, la corrosión cuesta más de US$500.000 millones al año, así que es un enorme problema”.
Con estos materiales, las plantas extractoras y otros elementos podrían durar muchos años más que aquellos fabricados con materiales convencionales, alargando el intervalo de tiempo entre obras de mantenimiento.
Los vehículos militares, autos y buques también podrían beneficiarse de las coberturas autoreparadoras. Autonomic Materials ya está poniendo a prueba hasta 30 productos con este fin y espera enviar sus primeros pedidos comerciales en los próximos seis meses.
Algunos fabricantes podrían no estar contentos con productos que duren muchos más años que los convencionales, pero los productores de pinturas y coberturas “saben que pueden ganar más por cada galón de pintura que venden”, asegura Giulani. “Los clientes nos han demostrado que están dispuestos a pagar por el costo añadido”.