En 1920 una familia italiana pasó por momentos muy complicados a causa del deceso de Rosalía Lombardo, su hija, quien a los 2 años de edad fue golpeada por la neumonía.
Fue tan duro el impacto que recibió la familia, que el padre de Rosalía decidió contactar a un reconocido embalsamador para que momificara sus restos y así pudieran conservarla.
Hoy, a 94 años de la triste partida, las autoridades italianas encontraron los restos de la pequeña en las Catacumbas Capuchinas en Palermo, Italia.
Aunque no es el primer hallazgo de estas características, la historia de Rosalía es de llamar la atención, pues se asegura que todos los días abre y cierra los ojos, un fenómeno que ha llamado poderosamente la atención, aunque los especialistas tienen una respuesta que descartaría cualquier fenómeno paranormal.
Los científicos aseguran que todo es provocado por los flashes de la cámara fotográfica que registra las imágenes de la momia, los cuales causan una foto-descomposición del cuerpo, y eso, en conjunto con la variación en la humedad, hace que los ojos de Rosalía se abran cada cierto tiempo, causando este extraño efecto.
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