Mary Bell, una niña que con tan solo 10 años había asesinado a dos niños, sin remordimiento alguno, aceptó haber disfrutado sus crímenes.
Nació el 26 de mayo de 1957 en Newcastle, Inglaterra, inmersa en el seno de una familia disfuncional y fue dada a conocer ante el mundo como "la niña asesina" por haber perpetrado dos crímenes con tan solo diez años de edad, mismos que afirmaba haber disfrutado y no sentir ningún remordimiento por lo sucedido.
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