María dejó a su marido Paul por otro hombre, hasta ese momento ella no se dio cuenta de lo mucho que lo extrañaba. Al mismo tiempo, no podía imaginar la vida sin su nuevo amante Peter Gruman.
Por eso, cuando los dos hombres entablaron una amistad extraordinaria, se le ocurrió la solución perfecta… y trasladó a Peter a la casa de la familia en Barking, al este de Londres.
Ahora María, de 33 años, Paul, de 37, Pedro de 36 y sus dos hijos de 16 y 12 viven como una gran familia feliz.
“La gente puede pensar que es raro, pero me encantan los hombres y no podía elegir entre ellos”, dijo Butzki María.
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