Fueron las compañeras de la peluquería donde trabaja Karen, en Irvine, Gran Bretaña, quienes advirtieron que veían el rostro del bebé.
Su esposo David y su hija Chloe, de dos años, consideran ’increíble’ que se pueda ver el rostro del pequeño, cuando todavía no se cumplieron los cinco meses de gestación, y sin necesidad de una ecografía.
Por su parte, el doctor Carol Cooper afirma que en realidad se trata de una ilusión causada por la conjunción del ombligo de la madre, la cicatriz de un viejo piercing, venas y estrías; y resaltó que lo que empujó el abdomen seguramente fue la espalda del bebé.
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